Manga e ilustracion en Mexico

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Este artículo lo escribí originalmente para la gazeta de la Escuela de Diseño de la universidad Latina de México. Me gustaría compartirlo con un público mayor, así que lo reproduzco aquí íntegramente.

En últimos años he visto que es cada vez más popular y utilizado por los estudiantes de diseño afines a la ilustración el estilo "manga" en sus dibujos. Este estilo, en su corriente más popular, repleto de estereotipos de la cultura japonesa, ajenos a nuestra idiosincrasia, está imponiéndose sobre otros estilos, causando daño a la ilustración en México.

Los orientales desarrollaron su estilo único de dibujo gracias a su trasfondo cultural, con cientos de años de historia. Aún entre países relativamente cercanos, como Japón, Corea y Tailandia se pueden distinguir grandes diferencias estilísticas. La popularización de las caricaturas orientales, o anime, ha convertido este estilo en el preferido de numerosos jóvenes en países tan distantes como el nuestro. Así, muchos que desean adentrarse en el dibujo empiezan por emular los dibujos que ven en televisión, sin tener en realidad el trasfondo con el que cuentan sus creadores.

Los estudiantes deben saber que los autores de manga (y me refiero a los grandes maestros, como Osamu Tezuka, Katsuhiro Otomo, Hayao Miyasaki o Yoshitaka Amano) antes de crear un estilo propio, aprendieron el dibujo realista hasta haberlo dominado completamente. Como suele decirse, hay que conocer las reglas antes de romperlas. Y es gracias a esto que en los grandes maestros podemos encontrar estilos muy particulares, fácilmente reconocibles entre miles de otros dibujantes, a diferencia de todos aquellos que desarrollaron su método copiando el manga más comercial.

En México contamos también con un gran trasfondo cultural, desconocido por la mayoría de aquellos que se dejan llevar por estilos extranjeros y cimentado en el trabajo de los moneros y artistas populares. Estoy hablando de caricaturistas como Miguel Covarrubias, el popular José Guadalupe Posada, o mis favoritos, Ernesto García Cabral y Leopoldo Méndez, entre muchos otros. Todavía hoy en nuestros días llevar el apelativo de monero, cuyo trabajo en el pasado podía llevarte a la cárcel, trae consigo un gran peso y respeto.

Actualmente, el trabajo de los ilustradores mexicanos es muy respetado, a veces teniendo más éxito y reconocimiento en el extranjero, debido a la falta de interés del público nacional; ilustradores a la altura de sus contrapartes orientales, como Tony Sandoval, Bachan y Patricio Betteo, por nombrar sólo unos pocos. Ilustradores cuyo estilo puede distinguirse único, manteniendo ese toque mexicano que los hace tan especiales. Mientras que el dibujo manga en nuestro país ofrece muy pocas oportunidades reales de trabajo y es sumamente difícil sobresalir en este sobresaturado campo.

Quisiera instar a aquellos estudiantes que tienen una pasión real por la ilustración a que en lugar de dibujar mujeres de estólidas sonrisas, con orejas de gato y ojos enormes, a que dominen el dibujo de la figura humana antes de siquiera intentar estilizarla. A que conozcan el trabajo de moneros, historietistas e ilustradores mexicanos del pasado y del presente, para saber sobre los hombros de quiénes estamos parados. A que se formen de un criterio y amplio trasfondo visual, que estén dispuestos a conocer y a abrir los ojos a diversas corrientes y estilos. De esta manera, con el tiempo y experiencia podrán crear su estilo, que los haga distinguir y sobresalir de la multitud. ¿Por qué hacer lo que ya muchos otros están haciendo, cuando puedes formar tu propio camino?


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